¿Cómo prepararse para las emergencias en la seguridad y salud ocupacional?

¿Cómo prepararse para las emergencias en la seguridad y salud ocupacional?

¿Cómo se define una emergencia?

Una emergencia es cualquier conjunto de circunstancias inesperadas que demandan una acción. En el caso de una organización, son objeto de preocupación las emergencias que causan pérdidas o daños a la propiedad o de los trabajadores.

Las emergencias pueden ocurrir espontáneamente (sin intervención humana) o ser causadas por las personas (con intervención humana). En el primer caso, se incluyen las emergencias por epidemias o por condiciones medioambientales; mientras que en el segundo caso, las emergencias pueden ser explosiones, incendios, accidentes, envenenamiento por sustancias químicas, entre otros.

La probabilidad de que cualquier emergencia ocurra puede ser baja, pero existe una posibilidad real de materializarse, por lo que las organizaciones deben tener un plan para hacer frente a las mismas. Solo de esta manera se puede prevenir o mitigar una situación que podría tornarse en desastrosa.

Muchas organizaciones centran su atención en cómo deben responder en una emergencia, por lo que el proceso de planificación empieza mucho antes de la ocurrencia del evento y continúa después, incorporando la retroalimentación que corresponda para próximas situaciones.

La planificación para atender emergencias

Este tipo de planificación implica anticipar las emergencias, estableciendo las acciones que se llevarán a cabo cuando se presenten.

Investigaciones señalan la existencia de cinco etapas para gestionar las emergencias en el ámbito de la seguridad y salud ocupacional, estableciendo estrategias en cada una de ellas.

1. La primera etapa (detección de las señales) está dirigida a la prevención y empieza con el reconocimiento de que una emergencia es posible o inminente.
2. La segunda etapa (preparación), involucra a la administración en la adopción de un conjunto de elementos dirigidos a administrar las crisis, la creación de un plan de respuesta y el entrenamiento de los empleados para afrontar las emergencias.
3. La tercera etapa (contención del daño), es la que insume mayores recursos en la administración de las crisis, pues implica tomar las acciones necesarias para contener hasta donde sea posible el posible impacto de situaciones negativas.
4. La cuarta etapa (recuperación), involucra el desarrollo de planes de corto y largo plazo para retomar la normalidad del negocio.
5. La quinta etapa (aprendizaje o retroalimentación), hace énfasis en evaluación de los incidentes ocurridos desde un punto de vista autocrítico, lo que permitirá efectuar mejoras en los procedimientos existentes en la organización.

A pesar de los evidentes beneficios de una respuesta proactiva a las emergencias, muchas organizaciones se resisten a tomar acciones concretas y prepararse para las mismas, lo que puede ser fuente generadora de situaciones no deseadas para la salud de los trabajadores. En este caso, el compromiso de la gerencia juega un rol preponderante.

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