Los supervisores inmediatos de los
trabajadores son, más que cualquier otra persona, los pilares
fundamentales para la implementación de la seguridad. Estas personas
son las encargadas de efectuar los controles derivados de la
implementación de los programas de seguridad industrial y son
responsables en gran medida de su éxito. Al igual que la producción
y la calidad de los productos se debe a un trabajo de supervisión
competente, el entrenamiento y pericia de los trabajadores, y una
buena dirección, los mismos aspectos tienen incidencia en la
seguridad.
Un supervisor que se muestre
indiferente ante la aplicación de un programa de seguridad,
transmitirá lo mismo a los trabajadores. De esta manera comienzan a
extenderse las prácticas de trabajo poco seguras, desaparecen los
resguardos en los puntos de operación requeridos y el ambiente de
trabajo pasa a convertirse en un lugar escasamente seguro. Entonces
es necesario que el supervisor dé el ejemplo y exija el cumplimiento
sistemático y disciplinado de todas las reglas operativas que
implican la aplicación del programa de seguridad.
La supervisión de las mejoras en
materia de seguridad industrial a través de la jerarquía es un
requisito de vital importancia. Así, cada nivel tiene sus propias
responsabilidades. La relación entre seguridad y eficiencia se logra
mediante el estricto cumplimiento del control suministrado en cada
nivel de la gerencia.
Estudios en diferentes industrias
indican que aquellas en las que la frecuencia de lesiones y el índice
de gravedad es más reducido, tienen una gerencia que se interesa,
compromete y participa en los programas de seguridad.