En análisis del árbol de fallas en la seguridad industrial
Es un método que surgió en la década de 1970 en los laboratorios Bell, en un contrato con la fuerza aérea de los Estados Unidos. Su nombre se debe a la apariencia de un diagrama para el análisis de probabilidades de causas y efectos. Las hojas y ramas del árbol de fallas representan las circunstancias o sucesos que pueden contribuir a la ocurrencia de un accidente, mientras que la base o tronco del árbol representa el accidente catastrófico o resultado indeseable.
Descripción del método
El árbol de fallas es un método deductivo de análisis que parte de la selección de un suceso no deseado o evento que se quiere evitar. Este evento puede ser un accidente de gran magnitud (incendio, explosión, derrame, etc.) o algo de menor importancia (paralización de un sistema, paralización e un equipo, etc.), esto con la finalidad de establecer su origen.
Posteriormente, de manera sistemática y lógica, se presentan las combinaciones de las situaciones que pueden dar lugar a la ocurrencia del evento, a través de niveles sucesivos, de tal manera que cada suceso se genere a partir de sucesos de un nivel inferior, teniendo como nexo de unión entre niveles la existencia de “operadores o puertas lógicas”. El árbol se debe desarrollar en ramas hasta alcanzar un conjunto de “sucesos básicos”, denominados de esta manera ya que no precisan de otros previos para ser explicados. Es posible que alguna rama culmine con un suceso no desarrollado, ya sea por falta de información o debido a la reducida utilidad de analizar las causas que lo generan.
Los sucesos básicos que se encuentran en la parte inferior de las ramas del árbol se caracterizan por ser independientes entre ellos y porque las probabilidades de que ocurran pueden ser calculadas o estimadas.
Para que sea efectivo, el análisis del árbol de fallas tiene que ser elaborador por personas con un conocimiento profundo del ambiente de trabajo y los procesos que se desarrollan en su interior. En ocasiones lo señalado previamente pueden presentar complicaciones, por lo que se puede recurrir a la formación de equipos de trabajo multidisciplinarios en los que participen el ingeniero responsable de la seguridad e higiene, el ingeniero de proceso, los trabajadores, etc. Esto permitirá lograr la reflexión conjunta que requiere el método.