La necesidad de
seguridad es una necesidad intrínseca del ser humano, por lo que
desde tiempos remotos esta ha sido una preocupación de la sociedad.
Una de las primeras referencias escritas relativas a la seguridad se
encuentra en el Código de Hammurabi (alrededor de 1750 años A.C.).
El código especifica que, si una casa se derrumba debido a una mala
construcción, matando a su propietario, entonces el constructor
mismo debería ser castigado con la muerte. Ya en la edad media,
aparecieron las primeras leyes que establecían la compensación en
caso de lesiones. En gran incendio de Londres en 1667 derivó en la
creación de las primeras leyes de seguros contra incendios.
Algunas de las primeras
normas de seguridad en el ámbito marítimo, datan de 1255 en
Venecia, cuando se estableció que la capacidad de carga de los
barcos no debería ser superada, para lo cual se estableció como
medio de verificación una inspección visual. El comité marítimo
internacional, estableció en Amberes en 1897 la necesidad de contar
con regulación marítima.
Alrededor de 1834, se
creó el Registro de Navíos Británicos y Extranjeros,
institucionalizando el concepto de seguridad y análisis de riesgos.
El naufragio del Titanic generó que la Convención Internacional
para la Seguridad y la Vida en el mar, en 1914, estipule que el
número de botes salvavidas y otro equipamiento de seguridad tenga
correspondencia con el número de pasajeros a bordo de cada navío.
La compañía de certificación alemana TUV Rheiland, fundada en
1872, empezó con la provisión de servicios técnicos para la
certificación en temas de seguridad. En 1877, se aprobó en Estados
Unidos una ley relativa al uso de resguardos de la maquinaria y a las
responsabilidades de los empleadores.
Al finalizar el siglo
XIX, varios accidentes con maquinaria y equipo derivó en que la
Sociedad Americana de Ingenieros Mecánicos desarrollen estándares
en su diseño y construcción. En 1911 se formaron los primeros
grupos relacionados con la seguridad, siendo uno de los más
importantes la Sociedad Americana de Ingenieros de Seguridad.
En la década de 1920,
las empresas privadas empezaron a formalizar sus programas de
seguridad industrial. La implementación de programas de prevención
de accidentes fue implementada en varias empresas estadounidenses a
principios de la década de 1930 y para finales de la misma década
el Instituto Nacional de Normas Americanas publicó varios manuales
relativos a la seguridad en la industria.
Muchas de las técnicas
y conceptos que aún se usan hoy en día tienen su origen en la época
de finales de la Segunda Guerra Mundial. La investigación de
operaciones abrió el camino, sugiriendo la aplicación de un método
científico a la seguridad industrial. De hecho, la investigación de
operaciones dio cierta legitimidad al uso del análisis cuantitativo
en la predicción de accidentes. Uno de los primeros conceptos de
sistema seguro (vista desde una perspectiva de sistema) apareció en
la 14° Reunión Anual del Instituto de Ciencias Aeronáuticas en la
ciudad de New York en enero de 1946. La organización de un programa
de seguridad para la producción de aviones enfatizó en la una
perspectiva holística del tema considerando: un diseño seguro, un
análisis detallado del sistema y tomando medidas proactivas para
prevenir accidentes.
A pesar de los avances
continuos, no fue sino hasta las décadas de 1950 y 1960 que surgió
formalmente el concepto de sistema seguro (en el marco de los
programas nucleares).
A principios de la
década de 1960 en el Reino Unido, las industrias químicas
comenzaron con el desarrollo del concepto del estudio denominado
HAZOP (un análisis de seguridad en la industria química).
En la misma década, la
Agencia Aeroespacial de los Estados Unidos (NASA) impulsó varias
conferencias relacionadas con sistemas seguros y la colaboración
entre el gobierno y las empresas privadas. A principios de 1960 la
compañía Pillsbury colaboró con las fuerzas armadas de los Estados
Unidos para la producción de alimentos para los astronautas de la
NASA creando la metodología de Análisis de Peligros y Puntos de
Control Críticos (HACCP por sus siglas en inglés). Esta metodología
es una aproximación sistemática de procesos seguros, especialmente
en la etapa de producción, en la industria de alimentos y
farmacéutica que identifica peligros físicos, químicos y
biológicos. En 1993 esta metodología se convirtió en parte de la
regulación de los países del continente europeo y en 2005 fue
incorporada en la norma ISO 22000 (Sistemas de Gestión de la
inocuidad de los alimentos – Requisitos para cualquier organización
en la cadena alimentaria).
En 1970 la
Administración de Seguridad y Salud Ocupacional (OSHA por sus siglas
en inglés) publicó los requerimientos de seguridad industrial. Al
finalizar esta década, el Departamento de Defensa de los Estados
Unidos publicó la norma Mil-Std-882 considerada todavía como una
piedra angular para la ingeniería de seguridad.
Un desarrollo
fundamental en la seguridad industrial es el principio que señala
que los riesgos residuales de un sistema deben ser tan bajos como sea
razonablemente factible (ALARP por sus siglas en inglés). El
concepto indica que los sistemas y las operaciones deben ser seguros
en la medida razonablemente posible implicando que los riesgos para
la salud de los trabajadores sean mínimos. Lo señalado es
importante porque permite realizar un análisis de costo beneficio al
momento de tomar decisiones en la implementación de programas de
seguridad (el riesgo residual es permitido).
Hoy en día se cuenta
con una serie de estándares de seguridad desarrollados para
diferentes tipos de industrias que incluyen: el transporte, la salud,
el turismo, agua y electricidad, administración de residuos,
educación, industria de alimentos, construcción y actividades
comerciales en diferentes sectores. Es evidente que la ingeniería de
seguridad, como todas las profesiones, han evolucionado en el tiempo.
En muchos casos, dadas las necesidades, los profesionales en
seguridad se han visto forzados a tener mayor rigurosidad en el
diseño e implementación de los programas de seguridad.